El aceite de oliva se obtiene de la oliva o aceituna, fruto del árbol de oliva que se cultiva en el área de Mediterráneo desde hace miles de años. El aceite de oliva produce importantes beneficios a la salud, particularmente cuando se usa en sustitución de otros aceites y grasas saturadas. 
 
Se ha encontrado que las personas que usan aceite de oliva en lugar de otros tipos de aceite tienen menos problemas cardiacos, niveles de colesterol menores, menor incidencia de artritis y cáncer, y una presión arterial más baja. El aceite de oliva también estimula el crecimiento de los huesos y favorece la absorción del calcio y la mineralización.
 
Las propiedades del aceite de oliva para la salud se derivan de su alto contenido de grasas monoinsaturadas y polifenoles. Entre las grasas monoinsaturadas presentes en el aceite de oliva aparece el ácido oleico que hace subir los niveles del llamado colesterol bueno (HDL), que protege nuestras arterias al transportar el colesterol depositado en las arterias hacia el hígado para ser eliminado. De esta manera se reducen los riesgos de trombosis arterial, infarto y apoplejías. El ácido oleico logra este aumento del colesterol HDL sin aumentar los niveles del colesterol malo (LDL).
 
Por su parte, los polifenoles son un grupo de sustancias antioxidantes que se encuentran, además de en el aceite de oliva, en algunos otros productos de origen vegetal como el té verde, el chocolate oscuro y las uvas rojas. Los polifenoles ayudan a prevenir varios tipos de cáncer, entre estos los del esófago, colon, estómago, hígado, pulmón, mama, páncreas y piel. Los polifenoles también protegen el colesterol LDL (el colesterol «malo») del daño causado por la oxidación y promueven la elasticidad de las arterias, lo cual puede traducirse en un menor riesgo de ataques cardiacos y apoplejías.
 
DISTINTOS TIPOS DE ACEITE DE OLIVA
El aceite virgen y extravirgen se obtienen sin que medien procesos químicos. El aceite extra virgen se obtiene de la primera prensada. Dependiendo del fruto, su calidad y suavidad será mayor o menor.
 
El aceite extra virgen contiene menos de 1 por ciento de acidez y es considerado el de mejor calidad.
El aceite virgen por lo general contiene menos de 2 por ciento de acidez.
Cuando la etiqueta dice simplemente aceite de oliva o en algunos casos “aceite de oliva 100% puro” pero no dice virgen o extra virgen significa que se trata de una mezcla de aceite virgen y aceite refinado.
 
El aceite de oliva refinado es aquel que por tener algunos defectos tales como un alto grado de acidez, lo cual le da un sabor y olor poco agradable, se somete a un tratamiento químico para removerle dichas características.
 
Utilice preferentemente el aceite de oliva extra virgen, ya que contiene la más elevada cantidad de polifenoles de todos los tipos de aceite de oliva. En un estudio llevado a cabo en 2005 se encontró que el aceite de oliva extra virgen mejoró la elasticidad arterial de los participantes mientras que otro tipo de aceite de oliva con un contenido de sólo una quinta parte de los polifenoles del aceite extra virgen no produjo este resultado. Unas dos cucharadas diarias de aceite de oliva son suficientes para reducir el riesgo de enfermedades cardiacas cuando se utilizan en sustitución de las grasas saturadas.
 
Si utiliza aceite para freír, el aceite de oliva es la mejor elección ya resiste mucho mejor la acción del calor sin descomponerse, al contrario que ocurre con otros aceites. Las veces que puede reutilizarse el aceite de oliva dependerán de la clase de alimento que se fríe. En términos generales no debe usarse más de cuatro o cinco veces.
Cuando se utiliza en crudo, el aceite de oliva extra virgen retiene todas sus propiedades y es el más adecuado para ensaladas y aderezos, así como para untarle al pan o las tostadas en sustitución de la mantequilla o la margarina.
 
Para conservar las propiedades benéficas del aceite de oliva éste debe guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro.