Un informe patrocinado por el Instituto Nacional del Envejecimiento de E.E.U.U., aparecido en Neurology, de K. I. Erickson y cols., señala que parece que la materia gris del cerebro no se reduce con esa cantidad de ejercicio.

El estudio siguio a 299 adultos de una edad promedio de 78 años, siendo alrededor de dos tercios mujeres, y se calculo cuantas manzanas caminaba cada persona en una semana.
A los 9 años se realizo un escáner por IRM de alta resolución para medir el tamaño del cerebro y se apuntó que todos los participantes presentaban un grado cognitivo «normal».
Cuatro años después, las pruebas señalaron que poco más de un tercio de los participantes había desarrollado deterioro cognitivo leve o demencia.
Cuando se correlacionaron salud cognitiva, escáneres del cerebro y la distancia andada, se encontró que caminar parecía correlacionarse con un riesgo más bajo de desarrollar deterioro cognitivo. Además se concluyo que cuanto más caminaba alguién, más materia gris tendrá en el futuro (una decada o más) en diferentes regiones del cerebro como el hipocampo, el giro inferior frontal y el área motora complementaria, todas ellas regiones clave para la cognición.

El equipo de investigación señalo que la relación entre andar y volumen de materia gris, solo se daba entre personas que caminaban con regularidad entre 9’6 y 15 Km por semana. Sin embargo, caminar distancias mayores a estas no producía mayores beneficios.

 

Esta es una nueva evidencia que demuestra que el deterioro y declive cerebral no son un componente inevitable del envejecimiento. Podemos retener nuestro tejido cerebral y memoria manteniendo un estilo de vida activo.

 

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