RECOMENDACIONES PARA CORRER PADECIENDO ALERGIA:

Muchas personas con la llegada de la primavera y más que nada entre los meses de abril y junio, sufren picores, lagrimeo, falta de aire, congestión nasal, estornudos, irritación de garganta… Estos síntomas son a causa de una reacción que experimenta el cuerpo a partículas presentes en el ambiente y que son causantes de gran parte de las alergias más comunes. Por este motivo, la principal recomendación es que, si llegados los meses anteriormente mencionados empezamos a notar estos y otros síntomas “que no son habituales el resto del año”, consultemos con un médico que analice si padecemos algún tipo de alergia o somos especialmente sensibles a alguna gramínea, al polen, a las partículas de polvo, a alimentos…

Pero centrémonos en las alergias propias de la primavera. Según los cálculos de la Sociedad Española de Alergologia e Inmunología Clínica más de 8 millones de españoles se ven afectados cada año por la polinización de plantas y árboles. Por eso es importante consultar el nivel de polen previsto para cada día por regiones, lo cual nos podría permitir evitar salir a entrenar los días con más concentración de polen en el ambiente, y sustituir la sesión de running por un entrenamiento indoor, ya sea en casa, en el gimnasio o en la piscina.
Para el resto de días, existen diez consejos básicos que se pueden seguir para que los efectos de la alergia no nos impidan de salir a correr:

  • El amanecer y el atardecer. La primera hora de la mañana y la última de la tarde-noche, suelen ser las franjas horarias con mayor concentración de polen en el aire, por lo que estos meses será recomendable evitar correr en estas horas.
  • Sequedad ambiental. Tampoco será recomendable salir a correr los días más secos, aunque si no se quiere renunciar a la sesión de running, se puede correr con una mascarilla que cubra la nariz y la boca, de manera que permita respirar pero bloquee la contaminación y los alérgenos que puedan entrar en las vías respiratorias.
  • Alimentación. Es aconsejable añadir en la dieta diaria un mayor consumo de frutas y verduras, así como beber más agua de lo que acostumbramos. El objetivo es llevar una dieta lo menos ácida posible y compensar la deshidratación que se acentúa con los síntomas de la alergia.
  • Días de lluvia. En caso de lluvia, se puede salir a correr mientras llueve, equipado con un chubasquero, o justo al parar de llover.
  • Viento. Los días en que haya viento, siempre intentar correr en la misma dirección que sopla el aire.
  • Los ojos. Si la alergia produce picazón y molestia en los ojos, puede ser muy útil salir a correr con gafas de sol para protegerlos. Además, se puede aplicar colirio para los ojos 30 minutos antes de salir a correr para mitigar las molestias. En el caso de usar lentillas, se aconseja reducir el número de horas que las llevamos puestas u optar estos días por lentillas desechables si se tiene ocasión.
  • En parques y calles concurridas. Tenemos que saber observar y escuchar a nuestro cuerpo y notar si nos sentimos peor al pasar por una zona determinada que evitaremos en próximas salidas. Pero en general, se desaconseja correr por parques y calles y avenidas muy concurridas, cuando se padecen los efectos de las alergias.
  • La higiene. Los síntomas de la alergia suelen aparecer una hora después del entrenamiento, por lo que será recomendable ducharse y cambiarse de ropa justo después de dar por finalizado el entreno. También se deberá extremar la higiene estos días, lavarse manos y cara más a menudo y cambiar con frecuencia las sábanas de la cama.
  • Cansancio. Si se tiene sensación de mucho cansancio o fatiga extrema, es mejor posponer el entrenamiento, ya que el sistema inmunológico reacciona más rápidamente a los factores alergénicos si estamos cansados.
  • Antihistamínicos y otros medicamentos. Los antihistamínicos, broncodilatadores, antiinflamatorios, pastillas y otros medicamentos resultan efectivos para paliar los efectos de la alergia, pero tienen efectos secundarios como una mayor somnolencia y una disminución de la atención que perjudican el salir a correr. Con lo cual, será mejor no abusar, usar lo necesario e imprescindible y cuando más se necesite, no a modo de mantenimiento. A la hora de correr, puede ser bueno llevar un broncodilatador por si se produce una crisis, y asumir que se deberá llevar un pañuelo siempre a mano. En el caso de que se dé un ataque de estornudos, un truco es respirar por la boca y taponar la nariz con un pañuelo. Los estornudos cesarán.

EL RUNNING PUEDE SER BENEFICIOSO PARA COMBATIR LAS ALERGIAS

En todo caso, se trata de unas recomendaciones generales. Por lo que lo más aconsejable será acudir a un médico especialista que dictamine qué tipo de alergia padecemos y ofrezca unas recomendaciones y soluciones adecuadas al problema.

Y, por muy molestos que sean los síntomas, no desistir de seguir corriendo. Es posible seguir practicando running que, además, puede resultar beneficioso para los alérgicos. La explicación que dan los científicos es que al correr con alergia se fortalecen los músculos respiratorios, se mejora la capacidad aeróbica y se reduce la aparición de broncoespasmos.

Jose Manuel Prado