¿Lácteos SÍ o NO?

El consumo de lácteos ha generado una gran controversia, existen profesionales de la salud que los recomiendan y otros que los desaconsejan por completo. Para entender, por qué cada grupo defiende cada una de las posturas, estos son algunos de las alegaciones:

Los que defienden el consumo de lácteos.

1. Por el aporte de Calcio, imprescindible para cubrir los requerimientos de este mineral
2. Aparece en la pirámide de los alimentos, marcado como uno de los alimentos que diariamente debemos consumir, de 2 a 4 raciones.
3. Es imprescindible para asegurar una correcta mineralización ósea

Los que aconsejan evitar lácteos

1. El ser humano es el único animal que siendo adulto toma leche
2. La tendencia de los adultos es de ser intolerantes a la lactosa debido a la disminución de lactasa, la enzima encargada de digerir el azúcar de la leche, la lactosa
3. Tendencias como la paleo dieta lo desaconsejan por ser un alimento que no tomaban nuestros antepasados más primitivos.

Partiendo de la base de una persona que no tiene intolerancia a la lactosa, es decir, que la leche normal le sienta bien o cualquier otra patología como alergias, y que además le gusta la leche, realmente no tiene por qué dejarla de tomar.

La leche es un alimento, como todos, prescindible, lo que no quiere decir que obligatoriamente dejemos de tomarlo, me explico, la leche es un alimento que no proporciona Calcio, vitamina D (lácteos enteros), y proteína, fundamentalmente, no aporta hierro, omega-3 ni un extra de calcio, tal y como nos venden en la Industria Alimentaria.

Los lácteos son alimentos que nos ayudan a conseguir llegar a la ingesta de calcio recomendada, pero al igual que lo hacen otros alimentos como la col, el brócoli o el sésamo. La falsa idea de que los lácteos son imprescindibles para una buena salud ósea se debe a la publicidad que grandes empresas de este sector hace con menciones como “para unos huesos fuertes”, “para una buena salud ósea” “para que tus hijos crezcan fuertes y sanos”, etc

El problema viene cuando la ingesta de lácteos es masiva en la alimentación de una persona, lo que se traduce en que no toma otro tipo de alimentos como frutos secos, frutas o el resto de alimentos que contienen calcio, los cuales también nos aportan nutrientes que los lácteos no pueden darnos.

No más de 2 al día sería lo ideal. Hay que tener en cuenta que, cuando añadimos queso a una comida, el yogur de postre o la leche con el café, ya cuentan como lácteos, por lo que hay que evitar que la cantidad se dispare.

Realmente no, no contienen los mismos nutrientes y por lo tanto no es sustituible. Las bebidas vegetales se toman más bien por cultura gastronómica (estamos acostumbrados a mezclar en el café con leche) más que por cuestiones nutricionales.

Hay enfermedades en las cuales se ha aconsejado una disminución del consumo de este grupo de alimentos al ver, mediante estudios científicos, que mejoraba la situación de los pacientes. Algunas de estas enfermedades son, asma, acné, procesos inflamatorios, etc. En estos casos, lo mejor es acudir a un profesional para que valore la situación de la persona y la posible exclusión de los productos lácteos.