Te lo propusiste firmemente al día siguiente del Roscón de Reyes cuando viste con horror los kilos subidos. Era tanta la emoción que hasta pagaste por adelantado varios meses. Día tras días, además, compartías en redes sociales tus logros. Tanta era la emoción que querías incluso hacer deporte ¡los siete días de la semana! Dieta, nada de alcohol. Increíble logro.
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